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abr 12, 2022
Resumen
El autor parte de la definición de la verdad como 'adaequatio intellectus ad
rem', donde 'intellectus' es comprendido como 'logos', 'res' como la cosa misma
sobre la cual recae el decir del 'logos', y 'adaequatio' como la "coincidencia"
o "igualación" de lo expresado en una proposición con el ser real de la cosa.
Al ser expresado, el ser de la cosa entra en un ámbito de luz, y el hombre lo
percibe porque está "radicalmente y entitativamente" tocado por el ser uno
y total. La verdad del enunciado, si la entendemos desde aquella dimensión
originaria que la hace posible tiene una gran cercanía con la verdad del arte. El
arte es verdad en plena ejecución. El lenguaje del arte "verdadea", su palabra
convoca las cosas y las invita a entrar en "el claro del ser". Cuando este ser
es traído a presencia, hablamos de belleza. La belleza es el esplendor de la
verdad del ser en el hondón del sentimiento, y este es la forma más sublime
del inteligir humano.