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nov 21, 2023
Resumen
El caminar por mi barrio me posibilita reflexionar: mido los pasos, respiro aire fresco, saludo a quienes han sido mis amigos desde hace veinte años, a sus padres, a sus hijos, y continúo caminando. Sierra Morena es un barrio pequeño, parece un pueblo, dicen quienes vienen a visitarlo. Distanciado por una larga y empinada carretera del intenso trasegar urbano de Bogotá, mira al otro extremo de forma horizontal, al cerro de Monserrate, y controla visualmente "desde arriba" buena parte de la ciudad.
Mi recorrido es casi siempre el mismo desde que era un niño. Salgo de mi casa, cruzo una avenida y doy cuenta de sus empinadas calles de forma tardía y lenta. Me apresuro cuando estoy de vuelta, tal vez por querer hacer alarde de mi condición física: respiración sostenida y fuerza en las piernas, una marcha, que pese a lo erguida de la montaña que sostiene las cuadras y las casas, no se detiene.