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May 10, 2022
Abstract
El período que comentamos posee una riqueza histórica e interpretativa riquísima. Conmueve comprobar a través de las fuentes literarias el cuadro moral que exhibe la sociedad griega presidida por Pericles. Toda la existencia humana es puesta en el escaparate para mostrar su íntima fuerza vital y creadora. También, para ser analizada bajo el ojo escrutador de la razón. Hay en los hombres de ese tiempo una pasión peculiar por llevar a cabo un tipo de idea que combina elementos tan contradictorios como el éxito personal y la vocación abnegada hacia la comunidad1. El egoísmo individual —frío e interesado— se canaliza como fuerza realizadora de una conducta política. El beneficio del uno no tenía por qué separarse de las cuestiones públicas que interesan a todos. La respetabilidad, por ejemplo, como valor moral, se apoya en un tipo de conducta personal cuya regulación se da en el trato con los otros, aunque este trato transite empíricamente sólo en la esfera de los negocios y empresas particulares.