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avr. 19, 2022
Résumé
En el año 1983 propusimos, en nuestra tesis doctoral, una
reconsideración de los epinicios de Baquílides que implicó el tratamiento
particular de las odas, para arribar a la determinación de dos ámbitos
claramente diferenciados, en la composición e interpretación de las
mismas.1 Las diferencias se apoyan en los planos morfológico, sintáctico y
de procedimiento estilístico. Se exhibe así un ámbito al que denominamos
“encuadre” de la oda, y otro, el ámbito “mítico-genealógico”, que puede
estar reducido a una mínima expresión en la alusión a alguno de sus componentes.
El ámbito “mítico genealógico” ocupa la parte central del poema,
con mínimas variantes, y se encuentra “envuelto” por ambas instancias
del “encuadre”: una primera, previa, que halla correlatos formales
evidentes en la segunda, a manera de cierre de elementos anticipados.
Esta característica formal no es dicotómica, sino que va imbricando sucesivamente
elementos de uno y otro ámbito, mediante la reminiscencia conceptual
y la apelación intelectual que obliga a trasponer elucubraciones de
un ámbito a otro. Identificamos el ámbito doble del encuadre con una constatación general de aretá, que coincide con la cosmovisión particular del
poeta respecto del hecho victorioso y la coyuntura que reúne al vencedor y
al poeta. Cada personaje tiene su ámbito inherente y también el circunstancial
que los reúne. También adquiere dimensión la ubicación espacial de
la divinidad. En el ámbito mítico-genealógico, la óptica es de relevancia
paradigmática y el poeta traslada su concepción de la aretá a la elección
de una instancia mítica recreada en forma singular y a un elemento
genealógico indispensable que evidencia una movilidad anterior originaria
ya sea del vencedor, de los espacios geográficos o de los personajes míticos.
Visto desde esta perspectiva, cada epinicio adquiere una interpretación
integral que se puede trasladar con flexibilidad a cada uno de los poemas,
a partir de dos instancias amplias no compulsivas.